La endometriosis es una enfermedad crónica e invalidante como pocas que solo sufren las mujeres. Aunque la padecen millones, también recibe el nombre de «enfermedad del silencio». Vamos a acercarnos a esta gran desconocida y a averiguar lo que indica la investigación científica sobre los potenciales beneficios terapéuticos del cannabis en su tratamiento.
A pesar de ser conocida como la «enfermedad del silencio», el número de mujeres que padecen endometriosis en todo el mundo asciende a más de 176 millones. Según los datos disponibles a día de hoy, una de cada 10 mujeres, es decir el 10 % de la población mundial femenina, tiene endometriosis y las jóvenes de entre 25 y 35 años forman el grupo que sufre una mayor incidencia.
Por desgracia, muchas de estas mujeres ven sus vidas ligadas a la enfermedad, al dolor, al sufrimiento y a la incomprensión derivados de la ignorancia, del gran desconocimiento y del silencio que la rodea. La endometriosis es una enfermedad crónica e invalidante como pocas, que afecta enormemente a la calidad de vida de las mujeres que la padecen y que puede tener consecuencias devastadoras sobre la fertilidad femenina.
Debido al escaso conocimiento clínico y a la falta de recursos dirigidos a la investigación sobre las causas y el tratamiento de esta enfermedad, durante años las mujeres afectadas han tenido que esperar mucho tiempo hasta ser diagnosticadas. Infinidad de ellas se han visto obligadas a pasar por varios especialistas, o incluso por el quirófano, antes de conseguir un diagnóstico preciso, a pesar de que el número de afectadas crece de forma considerable cada año.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis se produce cuando el tejido endometrial está presente en órganos otros que el útero dentro del cuerpo femenino. El tejido endometrial es lo que constituye el revestimiento uterino y es lo que las mujeres pierden cada mes durante la menstruación.
Aunque la mayoría de las veces el tejido solo se implanta alrededor del útero, también puede hacerlo en otras partes del cuerpo, como en el peritoneo, las trompas de Falopio, el intestino, vejiga y en otras localizaciones de la cavidad abdominal. Esto conduce a la formación de los llamados endometriomas o quistes endometriósicos. Se han dado casos en los que el tejido endometrial ha llegado a los pulmones o incluso al cerebro, pero con una casuística muy anecdótica.
El dolor y demás síntomas relacionados con la endometriosis
Entre los principales síntomas de la endometriosis se incluyen dolor severo, sangrado irregular y problemas reproductivos, como la imposibilidad de quedarse embarazada o los abortos de repetición. El dolor que se produce con la regla, también llamado dismenorrea, es un dolor normalmente fisiológico y provocado por las alteraciones inflamatorias que sufren las mujeres durante la menstruación.
En el caso de la endometriosis, los periodos dolorosos también se manifiestan en otros momentos: dolor abdominal y cólicos antes y durante la menstruación, dolor durante o después de lasrelaciones sexuales (dispareunia), dolor con las deposiciones, dolor pélvico o lumbago. Se trata de un malestar tan grave que algunas mujeres lo comparan con el dolor que se siente cuando se tiene un ataque al corazón.
Además de todo este dolor insoportable, muchas de estas mujeres también sufren vómitos, desmayos y una irritabilidad extrema. La endometriosis es una enfermedad que afecta gravemente tanto a la vida laboral como a la personal de las mujeres que la padecen.
A día de hoy, parece que se ha superado la falsa creencia de que es normal que las mujeres tengan dolores menstruales. Algunos especialistas mantienen que el ciclo menstrual normal no tiene que ser doloroso, y que el ciclo premenstrual ni siquiera debería existir. Por lo tanto, la presencia de ambos podría indicar una alteración neuroendocrina en el organismo.
La larga espera hasta el diagnóstico
Aunque la media de tiempo que se tarda en diagnosticar la endometriosis está en torno a los 7-8 años, algunas mujeres han tenido que esperar hasta casi 30 años. A pesar de que la endometriosis suele empezar a manifestarse cuando comienza la menstruación regular en la adolescencia, las pacientes sufren irremediablemente dolores terribles antes y después de que el médico dé con el diagnóstico correcto.
Así nos lo cuentan las propias pacientes de endometriosis en este revelador e interesantísimo documental, «Endometriosis, la punta del iceberg«, realizado por Radio Televisión Española RTVE en 2010, y que puede verse en internet con subtítulos en inglés.
Como decíamos antes, en algunos casos, la media de especialistas por los que pasa la paciente hasta conseguir el diagnóstico es de 5 a 6, o incluso más. Se estima que padecen endometriosis del 25 al 50 % de las mujeres con problemas de infertilidad, y actualmente es una de las patologías más frecuentes en ginecología.
¿Cuáles son las causas de la endometriosis?
Pese a que la comunidad científica sigue debatiendo las causas exactas de la endometriosis, existen diferentes teorías en lo que respecta a su origen.
De momento, entre la posibles causas de la endometriosis se incluyen:
Factores genéticos
Trastorno del sistema inmunitario; algunos expertos plantean la hipótesis de que la endometriosis es una enfermedad autoinmune
Contaminación bacteriana del entorno pélvico
Contaminantes químicos en el medio ambiente como la dioxina
También se han identificado varios factores que ponen a las mujeres en mayor riesgo de desarrollar endometriosis:
Inicio de la menstruación a una edad temprana
Pasar por la menopausia a una edad más tardía
Ciclos menstruales cortos
Periodos menstruales abundantes que duran más de 7 días
Bajo IMC
Anomalías del tracto reproductivo
Niveles más altos de estrógenos en el cuerpo
Tratamientos más habituales para la endometriosis
El tipo de tratamiento que se aplica a la paciente depende de la edad, de la gravedad de los síntomas, de la gravedad de la enfermedad, y de si se quiere o no tener hijos en el futuro. Dependiendo de cada uno de estos casos, hay diferentes opciones de tratamiento.
Dado que uno de los principales síntomas de la endometriosis es el dolor, uno de los tratamientos más habituales son los analgésicos. Para los síntomas leves, los médicos prescriben terapias hormonales como las píldoras anticonceptivas que, incluso si proporcionan alivio, no previenen la cicatrización ni curan ningún daño producido.
Asimismo, las pastillas/inyecciones de progesterona y la gonadotropina son tratamientos efectivos, pero presentan efectos secundarios importantes.
El tratamiento más frecuente para tratar los síntomas graves que no remiten con otros tratamientos es el tratamiento quirúrgico. Normalmente se realizan a través de laparoscopias que ayudan a diagnosticar definitivamente la enfermedad y que también pueden eliminar los quistes y el tejido cicatricial o endometrial. Otras técnicas utilizadas son la laparotomía y la histerectomía, siendo esta última la cirugía más agresiva de todas y por lo general la última solución.
Pero como cuentan algunas de las pacientes protagonistas del documental sobre la endometriosis antes mencionado, después de muchas de estas intervenciones quirúrgicas, las pacientes se enteraron de que los cirujanos no habían conseguido eliminar todas las placas de endometriosis.
Las células endometriales se reproducen enseguida, formando una placa de un tejido duro como el mármol, por lo que la enfermedad suele reincidir. Por eso, sería fundamental conseguir extirpar todos los nódulos de endometriosis en una sola cirugía óptima.
Por lo tanto, resulta evidente que debe producirse un consenso en la comunidad médica en cuanto al tratamiento de la endometriosis, por lo que hay que encontrar y desarrollar nuevos tratamientos alternativos menos agresivos para esta enfermedad. Actualmente, disponemos de una gran cantidad de evidencia científica que demuestra que el uso de cannabis medicinal presenta un gran potencial para ayudar a las mujeres que sufren esta enfermedad.
¿Cómo puede ayudar el cannabis medicinal a tratar la endometriosis?
Como ya hemos explicado, la endometriosis es una enfermedad crónica que no tiene cura. No obstante, tanto la práctica de las mujeres en el control de la enfermedad como la investigación científica demuestran que el cannabis puede representar una vía terapéutica de gran eficacia.
Hoy, la ciencia describe los cannabinoides, las sustancias activas que contiene la planta de cannabis, como un nuevo tipo de medicina que hay que tener en cuenta y estudiar más profundamente. Los dos más investigados y estudiados son el THC y el CBD, pero se conocen más de 100 cannabinoides. Además, el cannabis contiene otros compuestos como los flavonoides y los terpenos, que la ciencia también está estudiando por su interesante efecto séquito.
Las demostradas propiedades beneficiosas de estos cannabinoides pueden ayudar a aliviar muchos de los síntomas producidos por la endometriosis, como el dolor, la depresión y la ansiedad, la fatiga, la inflamación y los vómitos, entre otros.
Cannabis medicinal para el dolor, la inflamación y los cólicos menstruales
Además de tener propiedades analgésicas, los cannabinoides también presentan efectos antiinflamatorios y espasmolíticos. Se administran por vía oral-sublingual (aceite o cápsulas de CBD) o mediante la aplicación local intravaginal (supositorios vaginales) con el fin de ayudar con los dolores menstruales.
Existen diferentes formas de administración del cannabis medicinal, así que se recomienda tener en cuenta una serie de consideraciones prácticas para su correcta administración y dosificación, y siempre consultar con un médico. Fumar es la forma más rápida de notar los efectos del cannabis, mientras que el efecto al ingerirlo tarda más, pero es más duradero. Una mejor alternativa a fumar es vaporizar los cogollos. También hay otras opciones viables como los supositorios y las cremas tópicas, que actúan de una forma más localizada.
Las propiedades antiinflamatorias de los cannabinoides y demás compuestos del cannabis se potencian al administrarse juntos. Mejoran los procesos inflamatorios que se producen con la regla. Por tanto, gracias a sus propiedades analgésicas, mejoran el dolor percibido por la paciente, pero con una respuesta específica que depende del cannabinoide o compuesto utilizado. Además, su efecto espasmolítico ayuda a reducir los cólicos menstruales.
Actualmente, las investigaciones indican que el cannabidiol o CBD, el principal componente no psicoactivo del cannabis, reduce la inflamación asociada a los estados inflamatorios crónicos. Asimismo, actúa como antioxidante, al inhibir potencialmente la progresión de varios tipos de cáncer.
En el caso de la endometriosis, las células que recubren el útero (endometrio) pueden sangrar liberando mediadores inflamatorios y causando dolor localmente. Con la administración de cannabidiol, se produce una gran mejora en la calidad de vida de las pacientes al reducir el dolor. En muchos casos, las pacientes incluso dejan de tomar otros tipos de medicación.
La endometriosis y el sistema endocannabinoide
Los endocannabinoides son los cannabinoides naturales endógenos producidos por el propio cuerpo humano. Aseguran diferentes funciones biológicas y activan los receptores cannabinoides CB1 y CB2. Debido a la importancia del sistema endocannabinoide, a día de hoy se considera a los fármacos que pueden interferir en la actividad de los endocannabinoides como candidatos para el tratamiento de diversas enfermedades, incluida la endometriosis.
El sistema endocannabinoide (SEC) del cuerpo es una red de receptores cannabinoides que modulan nuestro funcionamiento cerebral, inmune y endocrino, y es esencial para el buen funcionamiento del aparato reproductor femenino. Desde su descubrimiento, la ciencia no ha dejado de mostrar su interés por el potencial de los cannabinoides en el tratamiento de las enfermedades que afectan a dicho aparato.
Parece que los desequilibrios que se producen en los niveles de cannabinoides endógenos suelen estar relacionados con complicaciones y enfermedades del sistema reproductor femenino, entre las que se incluye la endometriosis. La correcta administración de productos derivados del cannabis como las cremas tópicas, aceites o supositorios puede ayudar a restablecer el equilibrio en el organismo.
Los cannabinoides también poseen propiedades que se pueden utilizar para controlar otro de los aspectos principales de la endometriosis severa: la multiplicación celular. Debido a su implicación en la proliferación, la apoptosis y la angiogénesis, los cannabinoides controlan el crecimiento celular y regulan la migración celular.
Sus efectos antiproliferativos son el resultado de la inhibición de los factores de crecimiento y de la desregulación de las rutas de señalización. Puesto que las células endometriales tienen un fenotipo hiperproliferativo y propiedades proangiogénicas, la administración de cannabis medicinal podría ayudar a evitar que la enfermedad vuelva a aparecer.
Fuente: Sensi Seeds
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