El trastorno bipolar, clasificado como un trastorno del estado de ánimo, es una enfermedad habitual. Se caracteriza por los altibajos emocionales. Hay fases de una euforia exagerada, en las que los pacientes se sienten eufóricos, hiperactivos o irritables, y otras fases más bien depresivas. Los grados de severidad de ambas fases pueden variar. Únicamente en los casos raros estos episodios pueden continuar permanentemente. Lo más habitual es que los episodios solo se produzcan durante un breve periodo de tiempo.
Los síntomas de manía y depresión
En una fase depresiva, los pacientes sufren síntomas como la languidez, la depresión, la apatía, una falta de interés y trastornos de pensamiento y concentración. El alcance de los síntomas puede variar de un humor depresivo a una falta de sensibilidad fuerte y melancolía. En los casos severos de depresión, el riesgo de suicido es también alto.
Cuando los pacientes sufren un estado maníaco, su humor es, a menudo, elevado e irritable hasta un grado irrazonable. Su deseo se incrementa mucho, y su pensamiento es acelerado. Esto provoca un peligroso exceso de confianza. Los pacientes a menudo gastan mucho dinero o se muestran desinhibidos a nivel sexual. En algunos casos, también aparecen síntomas de desilusión como la megalomanía. En este caso, la persona afectada no es capaz de reconocer su estado y la terapia es difícil.
El trastorno bipolar: ¿cuáles son las causas?
Se desconoce la causa específica. Sin embargo, las causas posibles son una disposición hereditaria o factores tanto internos como externos. Por ejemplo, un evento traumático o incisivo en su vida puede desencadenar este trastorno bipolar.
También tienen un papel fundamental los factores biológicos. Las investigaciones han mostrado que es posible que los pacientes con manía tengan una concentración más alta de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina. En contraste a esta situación, a menudo los pacientes con depresión tienen una concentración demasiado baja de los neurotransmisores noradrenalina y serotonina. Esto puede llevar a la conclusión de que el equilibrio de estos neurotransmisores afecta a las personas con el trastorno.
Las opciones terapéuticas y el tratamiento con los medicamentos
El tratamiento consiste en tres fases:
• Un tratamiento agudo: Los medicamentos se usan para aliviar los síntomas de la depresión y la manía. El apoyo también puede llegar a través de charlas terapéuticas o tratamientos sin medicamentos como la terapia de privación de sueño o la terapia electroconvulsiva.
• Una fase de estabilización: Suele requerir unas semanas o meses antes de ver una mejora significante y requiere una fase de estabilización en la que los pacientes necesitan recibir psicoterapia. A menudo se receta el uso de litio.
• Profilaxis contra la recaída: Para prevenir las recaídas, a los pacientes se les da sustancias que estabilizan el humor como antiepilépticos o neurolépticos.
La influencia del cannabis en los trastornos mentales
Varias investigaciones han mostrado que cannabinoides como el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) pueden tener efectos positivos en la depresión y la ansiedad. Sin embargo, no se ha explorado mucho hasta qué punto los cannabinoides pueden tener una influencia en los síntomas del trastorno bipolar.
En la Universidad de Lancaster en el Reino Unido, 24 pacientes con este trastorno usaban cannabis para los propósitos recreacionales al menos tres veces cada semana. Se les pidió que llevaran un diario y durante un periodo de seis días, los participantes documentaron los efectos del uso de cannabis en sus episodios de depresión o manía.
Los resultados indicaron que el uso de cannabis está asociado con consecuencias psicológicas. Sin embargo, no había evidencia de que el uso del cannabis recreativo o automedicación para tratar los cambios de humor tenga un impacto negativo en los síntomas del trastorno bipolar.
Algo más conclusivo son los resultados de la Escuela de Medicina Harvard en Boston. En su investigación, cinco pacientes fueron observados para descubrir los beneficios del uso de cannabis y se descubrió que podían sobrellevar mejor los altibajos emocionales extremos.
La Universidad de Oslo incluyó a 133 sujetos con trastorno bipolar y 140 sujetos esquizofrénicos en su investigación sobre los efectos de cannabis en las funciones neurocognitivas. Los sujetos con trastorno bipolar mostraron habilidades neurocognitivas mejores (atención, pensamiento lógico, aprendizaje con memoria) después del uso de cannabis, en comparación con los pacientes con esquizofrenia.
El uso del cannabidiol (CBD) en el trastorno bipolar
Los investigadores brasileños de la Universidad de Sao Paulo investigaron el efecto del cannabidiol (CBD) en dos sujetos con trastorno bipolar. Durante los primeros cinco días recibían un placebo. A partir del sexto día recibieron una dosis diaria de 600 miligramos de CBD. Hasta el día 30, esta dosis se fue aumentando lentamente a 1200 miligramos de CBD cada día. Entre el sexto y vigésimo día, un sujeto tomaba también olanzapina.
El tratamiento fue interrumpido en tras 31 día. A partir de ese momento, los sujetos recibían placebo durante cinco días. En este sentido, se percibió una mejora de los síntomas en el sujeto que recibía CBD y olanzapina. Sin embargo, la condición de los dos sujetos no mejoraba solo con el tratamiento con CBD. Ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios del tratamiento CBD.
Los investigadores concluyeron que el CBD es bien tolerado. Sin embargo, los resultados iniciales sugieren que no es efectivo en un episodio maniaco.
Por otra parte, investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil en 2017 realizaron una crítica sistemática de los efectos secundarios del CBD en el tratamiento de los trastornos mentales. Esto nos da a entender que la evidencia en el uso del CBD en la psiquiatría todavía es muy limitada y que se necesitan investigaciones a una escala mayor para hacer declaraciones fiables.
El cannabis medicinal contra los síntomas depresivos
Es posible que el sistema endocannabinoide sea un blanco terapéutico prometedor. Se puede activar mediante la administración de cannabis medicinal. En este sentido, estudios han demostrado que la señalización endocannabinoide puede verse afectada en pacientes psiquiátricos.
El CBD, igual que el THC, parece que podría tener potencial terapéutico para reducir los síntomas de la depresión. Por ejemplo, los investigadores españoles, entre otros, pudieron mostrar que el CBD puede unirse con el receptor de serotonina 5-HT1A para ejercer un efecto antidepresivo. También unos investigadores brasileños han demostrado que puede provocar alivio de la ansiedad.
Conclusión
En este momento, el número de investigaciones sobre la eficacia del cannabis medicinal en el trastorno bipolar es muy bajo. Las (pocas) investigaciones hasta ahora sugieren que los cannabinoides no tienen un espectro suficiente de acción en una episodia maniaca. Por otro lado, la potencial terapéutica del cannabis contra los síntomas de la depresión ha sido investigada más meticulosamente. Por consiguiente, el cannabis medicinal puede ser usado como apoyo durante una fase depresiva.
Sin embargo, hay la necesidad de considerar que a menudo el uso de cannabis para los propósitos recreacionales se encuentra en los pacientes bipolares. En este caso, habría el riesgo de promover el abuso y por esta razón es necesario considerar cuidadosamente una terapia con cannabis medicinal.
Fuente: Kalapa Clinic
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