Seleccionar página

Una de las enfermedades neurodegenerativas menos conocidas es la enfermedad de Huntington. A través de una proteína mutada ataca las células del cerebro. Se trata pues de una enfermedad neurogenerativa y de origen genético, que suele aparecer entre los 35 y 45 años de edad.

Alrededor de cinco personas de cada 100.000 padecen dicha enfermedad, convirtiéndola en una enfermedad poco común o rara, puesto que afecta a un porcentaje muy reducido de la población. Actualmente, no existe cura para la enfermedad de Huntington por lo que investigadores de todo el mundo buscan tratamientos y terapias para combatir la enfermedad.

Aunque el cannabis medicinal no puede curar este padecimiento, una terapia con cannabinoides sí podría mejorar alguno de los síntomas de la enfermedad de Huntington. En este sentido, el equipo de la Universidad de Córdova (UCO), junto a la Universidad Complutense de Madrid y la empresa cordobesa VivaCell Biotechnology, ha desarrollado un nuevo compuesto cannabinoide. Tras varios ensayos, han probado el efecto neuroprotector de los cannabinoides en animales con esta enfermedad, hecho que abre la puerta al desarrollo de un fármaco eficaz para el tratamiento de estos pacientes.

Los investigadores, que han contado con la colaboración de la Universidad del Piamonte Oriental (Italia), se fijaron en la acción de un compuesto originario del cannabis llamado cannabigerol y partir de él desarrollaron nuevos derivados como el VCE-003.2, donde observaron su acción tanto in vitro como en ratones. En ambos casos, el compuesto ejercía una actividad antiinflamatoria y neuroprotectora. Además, la molécula aumentaba la capacidad de promover la supervivencia de los precursores neuronales afectados, por lo que es posible que pueda actuar como neurorreparador.

Los investigadores también han descubierto que el CBD ayuda a las neuronas con sus propiedades antioxidantes. Aunque el CBD y el THC son moléculas casi idénticas, las propiedades del CBD permiten que sea un antioxidante de gran alcance y que sea también seguro y tolerable en altas dosis en seres humanos.

Fuente: Kalapa Clinic