El efecto transitorio agudo del cannabis en relación al apetito y a la apreciación de la comida son mundialmente conocidos, coloquialmente llamado “bajón”.
Dependiendo del paciente, este efecto puede ser beneficioso o perjudicial: cepas ricas en THC, se utilizan como tratamiento en personas cursando quimioterapia, entre otros. Pero dicha hiperfagia o aumento del apetito, puede ser nociva en otro contexto del paciente, al producir aumento de peso, de colesterol, etc.
Rol del THC y del CBD
El aumento de apetito se debe a la unión del THC con el receptor de CB1 del Sistema Endocannabinoide.
El CBD al actuar uniéndose a otro tipo de receptores (aún poco identificados) NO aumenta directamente el deseo de comer. Se cree que actúa por otros mecanismos involucrados en la modulación del deseo/estímulo de apetito, sin haber sido claramente establecido aún su efecto es estimulante o depresor.
Actualmente hay estudios que intentan dilucidar si el CBD solo puede ser utilizado como estimulador del apetito en pacientes que buscan evitar el efecto psicoactivo no deseando utilizar THC como estimulante del hambre.
Siguiendo lo antes explicado, la industria farmacéutica ha probado con bloqueantes del receptor CB1 como fármacos para bajar de peso, por ejemplo el Rimonabant, actualmente NO utilizado por presentar efectos adversos psiquiátricos graves.
Evitar o disminuir el bajón
Tener en cuenta siempre que el aspecto negativo de este aumento del apetito tiene que ver con la relativa o la mala calidad y cantidad de los alimentos ingeridos bajo el efecto psicoactivo.
- Evitar cepas altas en THC, sobre todo si dichas cepas tienen cantidades bajas de CBD, siendo ideales las cepas con un ratio THC/CBD 1:1.
- Consumir cannabis con el estómago lleno (lo cual no siempre evita el aumento del apetito, pero ciertamente disminuye la cantidad de comida a ingerir, partiendo de un estómago previamente lleno parcialmente).
- Mantenerse bien hidratado por su efecto de generar saciedad en el estómago, como lo descripto en el punto anterior, así como contribuir disminuyendo la sequedad bucal, tan típica del cannabis.
- Hacer ejercicio.
Conclusión
- El cannabis tiene un efecto terapéutico claro en ciertos pacientes, donde el objetivo es aumentar el apetito y el peso, como por ejemplo en pacientes inmunodeprimidos (VIH+) o cáncer.
- En personas que utilizan el cannabis en forma recreativa, existen muchas formas de controlar o mitigar el aumento de hambre.
- Recordar que no solamente importa cuidar la cantidad a ingerir así como la calidad de dichos alimentos.
Fuente: Doctores en Medicina Natural
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