Seleccionar página

Las personas llevan miles de años automedicándose con cannabis para el dolor de cabeza. Investigaciones anteriores indican que aproximadamente 1/3 de los usuarios actuales de cannabis medicinal refiere que utiliza cannabis para controlar tanto el dolor de cabeza como el dolor por migraña, y al ser preguntados sobre en qué medida el cannabis alivia dicho dolor indicaron una reducción promedio del 36 % ( Sexton et al., 2016).

Otra investigación ha observado que un 40 % de los pacientes a los que se había recomendado el uso de cannabis indicó que obtenían beneficios y que la frecuencia de las migrañas se había reducido en más de un 50 % (Rhyne et al., 2016). Finalmente, en un ensayo clínico previo se reveló que la nabilona (un cannabinoide sintético) era más eficaz que el ibuprofeno en lo que respecta a la reducción de la intensidad del dolor de cabeza y los pacientes que usaban nabilona redujeron el uso de otros analgésicos e indicaron un aumento de la calidad de vida (Pini et al, 2012). Estos estudios sugieren que muchas personas utilizan cannabis para controlar el dolor de cabeza y que experimentan algunos efectos terapéuticos. Sin embargo, a pesar del uso común del cannabis para el dolor de cabeza, en pocos estudios se han examinado los efectos agudos del cannabis sobre el dolor de cabeza y la migraña, y en ninguno se han estudiado los posibles predictores de alivio del dolor de cabeza después del consumo de cannabis.

El objetivo principal del presente estudio fue realizar una investigación naturalista a gran escala de los efectos agudos del cannabis sobre el dolor de cabeza y la migraña. En primer lugar, buscamos determinar si la intensidad del dolor de cabeza y la migraña se reduciría significativamente después de inhalar cannabis. En segundo lugar, buscamos examinar posibles predictores de tal alivio, entre ellos las concentraciones de tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD), la dosis de cannabis utilizada, el tipo de cannabis utilizado (flor frente a concentrados) y el sexo del usuario. En tercer lugar, exploramos si con el tiempo se desarrollaría tolerancia a los efectos terapéuticos del cannabis sobre el dolor de cabeza o la migraña. Finalmente, investigamos si los usuarios de cannabis medicinal demostrarían evidencia de dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos mediante el análisis de si la intensidad basal (antes de utilizar cannabis) del dolor de cabeza o la migraña cambiaba con el tiempo.

Método
Para lograr nuestros objetivos, obtuvimos datos de respaldo globales de la aplicación de seguimiento de cannabis medicinal con sede en Canadá, Strainprint®. La aplicación Strainprint ofrece a los pacientes tratados con cannabis medicinal la capacidad para indicar las afecciones y síntomas para los que usan cannabis, evaluar la intensidad de los síntomas basales inmediatamente antes del consumo de cannabis, indicar la cepa de cannabis que están a punto de usar y el productor del cannabis, así como indicar el método de administración y la dosis de cannabis utilizada. Aproximadamente 20 minutos después de la sesión de inhalación de cannabis, se insta a los participantes a que vuelvan a evaluar la intensidad de los síntomas que sufren a través de notificaciones automáticas. Es importante destacar que la información sobre las concentraciones de THC y CBD del cannabis utilizado podría obtenerse de dos maneras: 1) introducida por los usuarios de la aplicación, 2) extraída directamente de los sitios web de los productores canadienses.

Obtuvimos datos anónimos (es decir, sin identificación) de más de 1.800 usuarios de cannabis medicinal que utilizaron colectivamente la aplicación más de 2.000 veces para rastrear los cambios en la intensidad del dolor de cabeza antes y después del consumo de cannabis y de más de 1.000 pacientes de cannabis medicinal que usaron la aplicación más de 14.000 veces para rastrear los cambios en la intensidad de la migraña durante un período de 16 meses. Dada la posibilidad de que se produzcan efectos dispares debidos a los diferentes métodos de administración, optamos por analizar solo los datos de las sesiones en las que los usuarios indicaban inhalar cannabis y, para tratar de capturar mejor el período de intoxicación después de inhalar cannabis, limitamos los análisis a las sesiones en las que los síntomas se habían reevaluado en las 4 horas posteriores al consumo de cannabis. Finalmente, solo analizamos datos de los cuales se obtuvieron las concentraciones de THC y CBD directamente de los sitios web de los productores canadienses. La muestra final contenía más de 1.300 usuarios de cannabis medicinal que usaron colectivamente la aplicación Strainprint® más de 12.000 veces para rastrear los cambios en el dolor de cabeza y más de 600 usuarios de cannabis medicinal que usaron la aplicación más de 7.000 veces para rastrear los cambios en la migraña desde antes hasta después de inhalar cannabis.

Resultados
En primer lugar, examinamos el porcentaje general de sesiones en las que se redujeron los índices de intensidad del dolor de cabeza y la migraña después de usar cannabis. Los resultados revelaron que los pacientes habían referido una disminución en la intensidad del dolor de cabeza en el 90 % de todas las sesiones rastreadas y una disminución en la intensidad de la migraña en el 88 % de las sesiones rastreadas. Estos resultados indican que para la gran mayoría de las sesiones de cannabis inhalado, los consumidores de cannabis medicinal experimentan una reducción en la intensidad de su dolor de cabeza. En segundo lugar, examinamos la magnitud de la reducción de los síntomas y descubrimos que, de media, los índices de intensidad del dolor de cabeza se redujeron en un 47 % y los índices de intensidad de los síntomas de la migraña se redujeron en un 49,5 %. Estos resultados indican que el cannabis medicinal reduce a la mitad la intensidad del dolor de cabeza.

A continuación, examinamos predictores de alivio de los síntomas. Sorprendentemente, a pesar del gran tamaño de la muestra y la amplia potencia estadística que proporciona una muestra tan grande, no encontramos predictores significativos de reducciones en las evaluaciones de intensidad de la migraña. Esto indica que el cannabis reduce la intensidad de la migraña independientemente del sexo del usuario o del tipo, la dosis, el contenido de THC o CBD del cannabis utilizado. Por el contrario, encontramos que el sexo del consumidor, el tipo de cannabis utilizado y el tiempo predecían reducciones en la intensidad del dolor de cabeza. Más específicamente, los resultados revelaron que si bien ambos sexos indicaban un alivio significativo de los síntomas, los varones refirieron reducciones significativamente mayores en la intensidad del dolor de cabeza después del uso de cannabis que las mujeres. A continuación, aunque tanto la flor de cannabis como los concentrados redujeron significativamente la intensidad del dolor de cabeza, los concentrados de cannabis produjeron reducciones significativamente mayores que la flor de cannabis más tradicional. Finalmente, el tiempo fue un predictor significativo de las reducciones de la intensidad del dolor de cabeza, de modo que se indicaban reducciones mayores en las sesiones de consumo de cannabis más tempranas frente a reducciones más pequeñas para las sesiones de consumo de cannabis posteriores durante el período de 16 meses del estudio. Esto indica que los usuarios pueden desarrollar cierta tolerancia a los efectos terapéuticos del cannabis sobre el dolor de cabeza con el tiempo.

También examinamos los cambios en la dosis de cannabis utilizada para controlar el dolor de cabeza y la migraña durante el período de 16 meses del estudio y descubrimos que la dosis de cannabis utilizada para tratar el dolor de cabeza o había variado con el tiempo. Por el contrario, la dosis utilizada para tratar la migraña pareció aumentar a lo largo del tiempo, lo que sugiere que los usuarios pueden estar desarrollando cierta tolerancia y, con el tiempo, es posible que requieran dosis mayores para lograr los mismos efectos beneficiosos sobre la migraña.

Finalmente, dada la importancia del dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos asociado con tratamientos más convencionales, intentamos explorar la evidencia de su desarrollo mediante el examen de los cambios en las calificaciones de intensidad basal a lo largo del tiempo. Los resultados revelaron que no hubo cambios en las evaluaciones de la intensidad del dolor de cabeza ni la migraña con el tiempo, lo que sugiere que estos consumidores de cannabis no estaban desarrollando dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos asociada con tratamientos más convencionales.

Análisis
Los resultados de este examen naturalista a gran escala revelaron que los usuarios de cannabis medicinal experimentaron alivio de los síntomas de dolor de cabeza y migraña en aproximadamente el 90 % de las sesiones de tratamiento con cannabis. Además, la magnitud de estas reducciones fue sustancial y los usuarios indicaron, de media, casi un 50 % de reducción en los índices de intensidad del dolor de cabeza y la migraña después de inhalar cannabis.

Si bien tanto la flor de cannabis como los concentrados de cannabis produjeron reducciones sustanciales y significativas en los índices de intensidad del dolor de cabeza, los concentrados se asociaron con reducciones significativamente mayores frente a la flor de cannabis. Los concentrados de cannabis suelen tener una potencia mucho más alta que la flor de cannabis, algunos concentrados tienen concentraciones de THC que superan el 90 %, mientras que la concentración máxima de THC en la flor rara vez supera el 30 %. Si bien es tentador atribuir la mayor eficacia de los concentrados a su potencia, a pesar de la amplia potencia estadística, sorprendentemente no encontramos ninguna evidencia de que las concentraciones de THC o CBD predijeran el alivio de los síntomas. Como tal, actualmente no está claro por qué los concentrados se asociaban con reducciones mayores en la intensidad del dolor de cabeza. Este es uno de los primeros estudios en examinar los efectos sobre la salud que tienen desde los concentrados de cannabis a la flor de cannabis y, por ello, se necesitan más investigaciones y más controladas para comprender los efectos relativos de estos dos tipos de productos.

La evidencia de tolerancia a los efectos del cannabis sobre el dolor de cabeza y la migraña que se desarrollan con el tiempo se analizaron de dos maneras. En primer lugar, examinamos si los usuarios referían menor alivio de los síntomas durante los 16 meses de duración del estudio. En segundo lugar, examinamos si los pacientes aumentaron la dosis durante este período de tiempo. Con respecto al dolor de cabeza, los resultados revelaron que los usuarios referían dosis consistentes, pero una disminución del alivio de los síntomas con el tiempo. Para la migraña se observó un patrón opuesto, las dosis se incrementaron con el tiempo pero la eficacia permaneció invariable. Sin embargo, en conjunto, estos resultados indican cierto desarrollo de tolerancia a lo largo del tiempo.

Finalmente, dado que la mayoría de los medicamentos convencionales están asociados con dolor de cabeza por uso excesivo de los mismos -un fenómeno marcado por una mayor frecuencia e intensidad del dolor de cabeza con el tiempo en función del uso de fármacos- exploramos además los cambios en las evaluaciones de la intensidad basal con el tiempo. Descubrimos que la intensidad basal del dolor de cabeza y la migraña se mantenía estable con el tiempo, lo que sugiere que el cannabis no está asociado con el dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos que limita muchos más tratamientos convencionales. Sin embargo, no pudimos examinar si aumentaba la frecuencia de los dolores de cabeza con el tiempo y, como tal, sigue siendo un posible efecto secundario del consumo de cannabis que deberá explorarse utilizando una investigación más controlada.

Este estudio tiene limitaciones importantes que deben reconocerse. En primer lugar, es probable que la muestra autoseleccionada de usuarios de cannabis medicinal represente en exceso a las personas que consideran que el cannabis es un medicamento eficaz, ya que los usuarios que no experimentan beneficios probablemente dejarían de consumir cannabis y dejarían de hacer un seguimiento de dicho consumo con la aplicación Strainprint®. Sin embargo, lo más importante es que el estudio carecía de un grupo de control con placebo y, en su ausencia, no es posible determinar en qué medida los hallazgos representan un efecto placebo/expectativa. Sin embargo, estas limitaciones se ven compensadas por una serie de puntos fuertes, incluido el uso de una muestra muy grande de pacientes usuarios de cannabis medicinal en su amplia variedad de productos y en su propio entorno, lo que aumenta la capacidad de generalizar los resultados a otros pacientes que usan cannabis medicinal en su propio entorno para controlar el dolor de cabeza y la migraña.

Fuente: Fundación Canna