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El autismo es una afección del neurodesarrollo, que se vuelve evidente desde muy temprano, generalmente antes de los 3 años de edad. Es cuatro veces más frecuente en varones que en mujeres. Su origen se estima que es multifactorial, donde se combinan causas genéticas y ambientales, que provocan alteraciones en el desarrollo cerebral.

La gravedad de los casos es variable y sus principales manifestaciones son dificultades en la interacción social, en la comunicación, en la conducta y en el procesamiento sensorial.

Es una condición cada vez más común, al punto de que en la actualidad se estima que 1 de cada 50 niños tienen una condición englobada en lo que se conoce como condiciones del espectro autista; en esta denominación conviven diferentes asociaciones sintomáticas que tienen como denominador común una alteración en la comunicación del individuo con el mundo exterior.

Tratamiento Tradicional
Su tratamiento tradicional consiste, en primer lugar, en la creación de un entorno de apoyo para el niño que acepte y respete sus
características individuales.

Las intervenciones conductuales tempranas integrales y específicas suelen ayudar a mejorar la comunicación social y reducir la agresividad. Por otra parte se suelen prescribir dietas ricas en ácidos grasos omega 3, vitaminas y oligoelementos, como calcio, zinc, magnesio y selenio, que sean libres de cafeína y gluten.

En cuanto a los medicamento, la Risperidona y el Aripiprazol son dos fármacos que se suelen utilizar para estos tratamiento; si bien ambos pueden ayudar en el alivio sintomático de las alteraciones conductuales, no ayudan en las alteraciones del lenguaje ni en las de la interacción social, y hasta pueden profundizarlas.

Tratamiento con cannabis
La experiencia de los usuarios para tratar diversos cuadros del espectro autista crece de manera exponencial en todo el mundo. Padres y madres refieren las notables mejoras que tienen sus hijos en la que a la interacción social respecta.

La doctora Gisela Kuester, de la Fundación Daya, en Chile, da cuenta de esto: de 21 pacientes tratados con extractos de cannabis ricos en THC y CBD, más del 70% mejoró la conexión con su entorno y, por ende, su calidad de vida.

Aunque faltan estudios clínicos para determinar las acciones específicas del cannabis, diferentes estudios preclínicos evalúan probables alteraciones del sistema endocannabinoide (SE) en condiciones de autismo.

El uso de extractos de cannabis para estimular el SE podría colaborar en el alivio de los síntomas a través de la modulación de la actividad neuronal y sus efectos neuroprotectores antiinflamatorios y antioxidantes.

Cuidados Generales
Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria y no como reemplazo del tratamiento. Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. El modo de administración influye en los efectos y su duración. Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.

Fuente: Revista THC