Seleccionar página

Por Gustavo Granella

Para esto es necesario incorporar procesos innovadores en un contexto de interacción continua entre actores de distinta naturaleza. La clave está en la relación entre tecnología e innovación sin descuidar el medio ambiente social donde desarrolla la actividad y las necesidades de la Provincia.

El concepto de innovación asociado a la posibilidad de encontrar soluciones a problemas en el marco de interacciones que aumentan las capacidades de los actores e instituciones involucradas. Aquí confluyen capacidades cognitivas, oportunidades de aprendizaje, problemas, demandas de usuarios o desafíos relativos a la política local como adecuar la legislación para el desarrollo de cannabis tanto medicinal como recreacional. Reflejar los vínculos entre los diversos actores gubernamentales, académicos y productivos en función de un problema común donde el conocimiento y el aprendizaje motivan la búsqueda de soluciones mediante la creación de innovaciones que si bien pueden contener aspectos tecnológicos van más allá de estos.
Se necesita tener en cuenta la escala a la cual se quiere generar tal industria ¿queremos que sólo produzcan 4 empresarios y se generen 50 empleos o queremos que produzcan 50 cooperativas de cultivadores y que se genere 10.000 empleos directos o indirectos?

Es importante saber el «alcance» del programa-estrategia, qué «políticas» se necesitan cambiar para adecuar nuestra legislación y tener un Proyecto Provincia consensuado entre todos los actores que forman parte de la cadena del cannabis.
Hay que tener objetivos de desarrollo transparentes, de acceso público que incluyan plazos y condiciones para todos los actores involucrados.

Esto generara potencialidades para la construcción de una industria sólida y grande del cannabis medicinal y recreacional como hemos visto en otros países de la región como Uruguay donde hay mucho para aprender, donde la trayectorias han llevado al modelo hacia el desarrollo inclusivo y sustentable de esta industria.