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El síndrome de fatiga crónica es una patología que tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Y con la falta de tratamiento efectivo, cada vez más personas recurren a la marihuana en busca de ayuda. ¿Pero el cannabis es bueno para la fatiga crónica o es solo una moda pasajera?

El síndrome de fatiga crónica o encefalomielitis miálgica (por sus siglas SFC/EM), también conocida como enfermedad sistémica de intolerancia al esfuerzo (ESIE), es una enfermedad crónica aún no del todo conocida y muy difícil de diagnosticar; y que se caracteriza por una fatiga persistente que no se puede remediar con el sueño o el descanso, además de la presencia de dificultades cognitivas, sin una causa clara.

Durante décadas, los médicos debatieron si era o no una creación de la imaginación, una enfermedad para los hipocondríacos. De hecho, en los años 80, a menudo se conocía a la fatiga crónica como la «enfermedad del yuppie». Sin embargo, hoy sabemos que es un diagnóstico muy real y extremadamente desafiante, que limita la vida de quienes la sufren.

Para alguien con síndrome de fatiga crónica, las tareas a las que se enfrenta de manera cotidiana pueden llegar a ser insuperables, ya que solo pueden aprovechar una parte limitada de su energía, provocando un agotamiento inexplicable que no mejora con un mayor descanso o sueño.

Además, los síntomas pueden incluir inflamación de los ganglios linfáticos, dolor en las articulaciones, dolor muscular, depresión, problemas de sueño, problemas de atención, memoria, velocidad de procesamiento o comprensión del lenguaje. Algunas personas también pueden experimentar dolores de cabeza y dolor de garganta. Pero el síntoma subyacente que conecta todos los puntos es la fatiga.

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica

Aún más frustrante que los síntomas es el hecho de que no existe un tratamiento estándar. Aunque clasificada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad del sistema nervioso, se desconoce su causa u origen. Parece que múltiples factores psicológicos y fisiológicos pueden contribuir a su desarrollo.

Existen muchas teorías, que van desde el estrés psicológico o un trauma emocional hasta las infecciones virales/bacterianas o los desequilibrios hormonales. Algunos expertos creen que una combinación de estos factores puede desencadenar problemas con el sistema inmunitario que pueden desatar la enfermedad. También parece probable que exista un factor genético, ya que parece darse en las mismas familias en cierta medida. Y es más probable que afecte a las mujeres que a los hombres; y entre los veinte años y los cuarenta.

El síndrome de fatiga crónica tiene muchas similitudes con las enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple y el lupus, lo que a menudo dificulta el diagnóstico. Así que, por ahora, el enfoque estándar es el control y el tratamiento de los síntomas. La enfermedad, desafortunadamente, es incurable y será una batalla de por vida.
Marihuana y síndrome de fatiga crónica

Desde el principio, es importante recalcar que no existe una investigación formal sobre los efectos de la marihuana en el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, hay informes anecdóticos de pacientes que usan CBD para controlar sus síntomas.

  • Por ejemplo, para tratar el dolor en las articulaciones. Existen estudios recientes en animales que han observado mejoras en los síntomas del dolor con el uso de un producto tópico de CBD, como este estudio publicado en 2018.
  • También hay evidencia de que la fatiga crónica está relacionada con un sistema nervioso central hipersensible. En 2017, la revista ‘Expert Opinion on Therapeutico Targets’ enumeró el cannabidiol como una forma de disminuir la actividad de las células cerebrales llamadas gliales (que desempeñan la función de soporte de las neuronas) y que desencadena esa hipersensibilidad del sistema nervioso.
  • También es común tener depresión junto con el síndrome de fatiga crónica; y un bajo ánimo pueden empeorar los síntomas, causando una fatiga extrema incluso después de haber dormido bien la noche anterior. Los estudios también han demostrado la efectividad de la marihuana en el tratamiento del deterioro cognitivo y la depresión.
    Así un sueño no reparador, el dolor muscular y articular, el desequilibrio emocional y la depresión son todos síntomas para los que el cannabis medicinal puede ofrecer alivio. Y la experiencia de los usuarios recomienda el uso de variedades dominantes Sativa debido a sus efectos energizantes, que puede mejorar la claridad mental y aliviar la ansiedad, lo que mejora aún más la recuperación de los pacientes. Aunque para la mayoría de ellos, una cepa de cannabis medicinal o un concentrado que equilibra los niveles de CBD y THC puede ser la opción más efectiva.
    Es importante que los usuarios de cannabis se eduquen sobre los diferentes tipos y variedades de cannabis que pueden ser más adecuados para tratar el síndrome de fatiga crónica, ya que tanto una variedad sativa o un producto rico en cannabidiol (CBD) pueden ser beneficiosos. Incluso para otros que luchan con el insomnio, una índica pesada puede ser ideal por sus efectos inductores del sueño. Porque para alguien con décadas de diagnóstico de fatiga crónica, podría valer la pena darle una oportunidad al cannabis, incluso si solo es un halo de luz al final del túnel.

Fuente: Humboldt Seed Organization