¿Las noticias sobre el cambio climático y el calentamiento global tendrán algún impacto sobre el cultivo de cannabis en el futuro? ¿Qué podemos esperar en los próximos años? ¿Habrá más cultivo de interior o de exterior?
La ciencia lo tiene bastante claro: la acción del hombre está acelerando el cambio climático. Desde que empezó la revolución industrial hace unos doscientos cincuenta años, la quema continúa de combustibles fósiles y la deforestación acelerada del territorio ha contribuido fuertemente a elevar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, especialmente el CO2 o dióxido de carbono. Si hasta mediados del siglo xviii y durante cientos de miles de años la concentración era de unas 250 ppm (partes por millón), actualmente supera las 400 ppm, la cifra más alta desde hace tres millones de años. La consecuencia es clara: el clima está cambiando.
En principio se pensó que simplemente subía la temperatura media, y está claro que lo hace. Pero hoy en día sabemos que esto va a tener consecuencias que van mucho más allá de que los veranos sean más calurosos. El clima en la Tierra se mantiene en un equilibrio muy delicado y cualquier pequeño cambio puede generar consecuencias terribles. Por ejemplo, una subida de la temperatura media de apenas dos o tres grados puede provocar que las grandes masas de hielo que hay en los polos se derritan, lo que elevaría el nivel del mar y causaría grandes inundaciones en zonas costeras, pero, además, puede ocasionar cambios en las principales corrientes oceánicas que son las responsables de que el clima europeo tenga inviernos bastante suaves, al menos comparados con los de la costa este norteamericana.
Es difícil predecir que pasará si no tomamos medidas radicales para frenar el cambio climático, pero lo más probable es que, además de veranos tórridos, tengamos episodios de enormes tormentas, con lluvias torrenciales, largas sequías o inviernos gélidos. En otras palabras, el clima se volverá más extremo, muchas especies se extinguirán porque no tendrán tiempo de adaptarse y las cosechas fallarán con mucha más frecuencia. En ese contexto puede que el cultivo de interior parezca más atractivo, pues permite asegurar las condiciones en que crecen las plantas, aunque el incremento de los precios de la energía hará que cada vez sea más caro cultivar con lámparas. Mientras los gobiernos de los distintos países no se pongan de acuerdo para tomar medidas claras y contundentes que permitan frenar el cambio climático, el futuro es muy incierto y me temo que en veinte o treinta años tendremos preocupaciones mucho más acuciantes que el cultivo de cannabis.
Fuente: cañamo.net
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