Cómo el CBD puede ser un aliado para regular nuestro Sistema Endocannabinoide y ayudarnos lograr un sueño reparador.
Los cannabinoides son sustratos que están cada vez más presentes en la práctica clínica. El CBD es, junto al THC, uno de los dos principales fitocannabinoides del cannabis (existen más de 120) siendo este de carácter no psicotrópico, a diferencia del THC. En el informe del Comité Experto en Drogodependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), describen que el CBD no se han evidenciado efectos adversos significantes ni potencial de dependencia y tiene un gran potencial terapéutico.
Nos centraremos en el sueño, un elemento fundamental para la salud y el bienestar dada su función de regulación metabólica y del ánimo así como del desempeño cognitivo. Hoy en día, los trastornos del sueño son la queja número uno reportada en los Estados Unidos, y es un problema grave de salud pública. Los trastornos del sueño son motivo de consulta en la práctica general y en psiquiatría. Más del 50% de los pacientes en la práctica general se quejan de insomnio cuando se les pregunta sobre sus patrones de sueño. Dormir bien ya no solo es importante por el cansancio mental y físico diario sino porque puede tener grandes consecuencias a largo plazo. La deprivación de sueño puede verse relacionada con alteraciones en:
- El sistema inmune
- Enfermedades infecciosas
- El sistema cardiovascular
- Hipertensión arteria
- Diabetes tipo 2
- Accidentes cerebrovasculares
- Arritmias
- Obesidad: según estudios de la NIH, debida a la alteración hipotalámica que afecta al centro regulador del apetito y el gasto de energía.
- Enfermedades neurodegenerativas: se está estudiando como marcador diagnóstico para la enfermedad del Parkinson.
- Enfermedades psiquiátricas: depresión, ansiedad, episodios maníacos y psicóticos.
Además, ciertas patologías tienen mayor riesgo (75-95 %) de sufrir problemas de sueño.
Entre ellas, encontramos:
- Problemas de respiración
- Reflujo gastrointestinal
- Dolor crónico
- Enfermedades neurodegenerativas
Existen múltiples trastornos del sueño afectando cada cual a un momento y estructura específicos, siendo los más característicos:
- Trastorno de insomnio
- Trastorno del comportamiento del sueño con movimientos oculares rápidos
- Síndrome de piernas inquietas
- Trastorno de hipersomnolencia
- Narcolepsia
- Trastornos del sueño relacionados con la respiración.
En todos ellos se ve alterado el sistema endocannabinoide (ECS), por lo que afecta a su capacidad de regulación del ciclo sueño-vigilia.
¿Qué hacer si tengo problemas de sueño?
Como norma general, se recomienda dormir entre 7 y 8 horas sabiendo que según cada etapa del desarrollo los valores pueden variar. De base, es importante prestar atención y modificar en caso de que fuese necesario todas aquellas conductas que nos perjudiquen a la hora de dormir bien. Esto se puede conseguir evitando una serie de patrones como:
- Siestas de más de 2h
- Horarios irregulares a la hora de irse a la cama y levantarse
- Tabaco, alcohol, cafeína 4h antes de ir a dormir
- Actividad estimulante (Ej: deporte, televisión, uso del móvil) antes de ir a dormir
- Emplear la cama para todo aquello que no sea dormir
- Periodos de vigilia en la cama (más 30 minutos)
Cuando todas estas conductas se hayan corregido, si continuasen nuestros problemas, sería momento de pensar tomar algo extra. Normalmente, los fármacos recomendados para los trastornos del sueño son los llamados hipnóticos, entre los cuales se encuentran: las benzodiacepinas y los inductores del sueño no benzodiacepínicos. Además, se pueden recomendar los antidepresivos según el perfil de sueño que tenga el individuo. Como bien se conoce, los hipnóticos no se recomiendan durante largos periodos de tiempo debido a sus potenciales efectos adversos, lo cual complica considerablemente el tratamiento dado que suelen ser recetadas para problemas crónicos.
Es por esa razón que el CBD puede ser una opción muy interesante para complementar nuestro tratamiento y mejorar nuestra calidad y duración del sueño.
Efectos del CBD en el sueño
En los últimos años, se ha abierto una puerta al uso del CBD para tratar los problemas de sueño. Varios estudios parecen indicar buenos resultados acerca de la capacidad de relajación y mejora de la calidad del sueño que ofrece esta sustancia.
Project CBD, realizó varios surveys (Cultivating Wellness) para entender los usos más típicos del CBD y la mayoría de las personas que utilizan el CBD lo utilizan para aliviar el dolor, la ansiedad y mejorar la calidad de su sueño. En el estudio, se reflejó como el CBD ayuda tanto a quedarse dormido como a mantener el sueño y reduce el cansancio al despertar.
El sueño está regulado por el sistema endocannabinoide (ECS) dada su acción homeostática del ritmo circadiano. Este proceso incluye a:
- La producción hormonal
- El ritmo cardiaco
- El metabolismo corporal
- El ciclo sueño-vigilia
Además está a la vez influido por múltiples factores (véase: la alimentación, el estrés, el horario laboral, los viajes, la medicación, etc).
Cada noche, los endocannabinoides activan el receptor CB1 del ECS del Sistema Nervioso Central (SNC) incluyendo zonas dedicadas a la regulación del sueño. Esto controla la liberación de neurotransmisores y reduce el exceso de actividad neuronal ayudando al manejo del dolor, la inflamación, la ansiedad, apetito y la calidad del sueño. CBD aumenta la actividad de endocannabinoides donde el receptor CB1, y puede que toma un papel fundamental a la hora de regular el ciclo sueño-vigilia como otros muchos procesos anteriormente mencionados.
Casos clínicos
Actualmente se investiga a varios niveles sobre el efecto del CBD en el sueño. Un ejemplo descrito en la US National Library of Medicine revela que el uso de CBD durante el primer mes del estudio mejoró los parámetros de sueño (66%) y redujo la ansiedad (79%). Los niveles de ansiedad, muy relacionados con la calidad del sueño, se mantuvieron reducidos a largo plazo.
Estudios científicos sobre el uso del CBD para dormir
Una revisión sistemática de varias fuentes de datos como PubMed, Scopus, Web of Science, Embase, CINAHL and PsycInfo databases indica que a pesar de no haber suficiente evidencia sobre los beneficios del CBD en el tratamiento de trastornos del sueño, parece haber evidencia preliminar prometedora sobre el tema en cuestión. Los ejemplos más característicos que se han estudiado en la práctica son los siguientes; alteración ritmo circadiano (hipersomnolencia), insomnio relacionado con la ansiedad y estrés post-traumático, sindrome de piernas inquietas, trastornos del comportamiento del sueño REM y la somnolencia diurna.
Casos que se pueden tratar con CBD
Alteración del ritmo circadiano
El CBD ayuda a regular el ciclo vigilia-sueño afectado frecuentemente en casos de horarios laborales nocturnos, desequilibrios horarios por viajes… Las alteraciones del ritmo circadiano pueden manifestarse tanto a modo de insomnio como de hipersomnolencia según el tipo de alteración horaria que presenten. En ambos casos, hay evidencias prometedores que indican que el CBD pueda sería beneficioso.
Ansiedad
Así mismo, reduce la ansiedad que puede acabar manifestándose como dificultad para iniciar o mantener el sueño. En concreto, permite que la gente que sufre ansiedad concilie el sueño de manera más inmediata y que se evite el despertar temprano en casos depresivos. Según relata Project CBD, en un estudio de 1521 individuos, el tiempo transcurrido hasta adquirir el sueño se redujo de 1 hora a 20 minutos y los despertares nocturnos se redujeron a un tercio con el uso de CBD. Incluso se está estudiando sus posibles beneficios en casos de alteración del sueño por estrés post-traumático.
Alteración de la fase REM
Además, parece actuar en la fase REM de movimientos oculares rápidos del sueño y normalizar la latencia del sueño REM, es decir, el tiempo que tarda un paciente entre que se queda dormido y entra en fase REM, normalmente unos 90-120 minutos. Regular la fase REM podría ayudar a casos de pesadillas, síndrome de las piernas inquietas o incluso en el trastorno del comportamiento del sueño REM.
Somnolencia diurna
Por si fuera poco, las investigaciones también apuntan a que el CBD puede ser beneficioso para los casos de somnolencia diurna. Los pacientes afectados sufren episodios de sueño intenso durante el día con la necesidad de dormir y gran dificultad de despertar. En esta dirección, se está empezando a estudiar qué tipo de efectos produce el CBD en trastornos del sueño relacionados con la respiración.
Cómo tomar aceite de Cannabis para dormir
Como ya hemos mencionado, no existen claras indicaciones validadas a la hora de consumir CBD. En principio, recomendamos que cada persona adapte su consumo a nivel individual comenzando por pequeñas dosis.
A modo general, los expertos coinciden en adoptar un uso diario y regular para maximizar los efectos del CBD. Todo ello, bajo consulta médica en caso de estar tomando un medicamento para asegurar que no haya riesgo de interacciones.
Vía de administración
La forma más común es el uso sublingual. En Canadá, donde el Cannabis medicinal es legal para consumo ingerido, tienen la motto “Start low and go slow,” es decir empieza con poco e ir poco a poco. ¿Por qué? Pues por que cada cuerpo es único y nuestro ECS también lo es. Entonces la dosis no es estándar como los medicamentos típicos.
Encontrando tu dosis
Los expertos recomiendan una dosis partida (es decir 3 veces al día, mañana, mediodía y noche) y un uso diario y regular para lograr los efectos. En el caso de sólo padecer trastornos del sueño sin otras comorbilidades, ciertos estudios han optado por tomar una cápsula de CBD por la noche después de cenar.
Por lo general, ciertos estudios como uno publicado por la US National Library of Medicine, comienzan por administrar dosis de 25 mg/d. De aquí, como hemos dicho, sería cuestión de ir evaluando día a día el efecto y escuchar nuestro cuerpo y en caso de ir modificando, siempre poco a poco. Lo importante es tener en cuenta que nuestro cuerpo sufre al generarle grandes cambios por lo que variar de manera significativa y abrupta la dosis nunca será beneficioso. De todos modos, hay bastante margen de acción pues incluso hay estudios como uno publicado en British Journal of Clinical Pharmacology que indican que el rango terapéutico se encuentra entre <1 y 50 mg/kg/d, dosis que se podría consider muy elevada para un primer momento.
Una dosis sublingual puede variar para una variedad de pautas:
- Nuestra relación hasta la fecha con el consumo de Cannabis.
- Los medicamentos que tomamos
- Nuestro metabolismo
- Nuestra edad y peso
- Nuestra salud mental
- Nuestra disposición mental
- La vía utilizada (sublingual, tópico, comestible, vaporizada ect.)
Varias fuentes científicas certifican que el CBD interacciona con otras hierbas y suplementos hipnóticos tales como la melatonina, causando un mayor grado de sedación e hipnosis. A pesar de la poca evidencia y de resultados concluyentes sobre los claros efectos de la sinergia de ambas sustancias, la interacción entre ambas parece darnos alguna clave para plantear en el futuro nuevas investigaciones al respecto.
Cierto es que aunque la investigación se esté acelerando y avanzando en este sentido, las fuentes de revistas y artículos científicos no cuentan con suficiente evidencia como para dar certeza de las indicaciones. Por ello, debemos fomentar la investigación al respecto y el análisis crítico para crecer todos juntos en conocimiento.
Precauciones
Si estás tomando otros medicamentos consulta con tu médico para asegurar que no haya interacciones con el CBD. Sobre todo es importante descartar interacciones con otros fármacos metabolizados a nivel hepático, proceso que resultaría en un incremento del fármaco a nivel plasmático (de la sangre). Aún no estando clara la dosis de CBD exacta para la aparición de interacciones, se supone que son casos con dosis elevadas de CBD y en ningún caso con riesgo vital.
Efectos secundarios
Su acción a nivel del sistema endocannabinoide y otros sistemas neuroquímicos permite su empleo para tratar el sueño con un perfil de seguridad y tolerabilidad favorables. A día de hoy no se ha evidenciado ningún caso letal por intoxicación de cannabis dado su bajo índice de toxicidad.
En todo caso, existen una serie de posibles efectos adversos dosis e individuo dependientes. Estos suelen ser de intensidad moderada-leve e incluyen: cansancio, somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos y disminución del apetito.
Además, como afirma la Fundación Canna, según los datos que se manejan hoy en día, es probable que el CBD no genere tolerancia. Esto implicaría que no es necesario aumentar la dosis de consumo para conseguir un mismo efecto a lo largo del tiempo.
Fuente: The Beemine Lab
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