Los trastornos de ansiedad y la depresión (conocidos inhibidores del deseo y el desempeño sexual) nunca han sido tan comunes. La tecnología ha alcanzado nuestra accesibilidad, extendiendo nuestra ya larga jornada laboral semanal a un trabajo de 24/7. El entretenimiento nunca ha estado tan al alcance de la mano, ofreciéndonos estímulos pasivos cuando queramos. Como sociedad, no nos gusta estar quietxs. Necesitamos estar constantemente con algo para hacer, para mirar, para consumir.
El problema es que el mejor rato para tener sexo es el de ocio. La decadencia de su vida sexual es que “el estrés y las preocupaciones de la vida diaria derivan de su habilidad para tomarse las cosas con calma y apreciarse entre sí”.
La solución
Algunxs novatxs creerán que el cannabis es todo lo contrario a un afrodisíaco, convirtiendo una potencial noche de pasión en una noche de sillón, helado y vagancia. Pero la ciencia ha probado todo lo contrario: bien utilizado, el cannabis puede encender la pasión y hacer que lxs involucradxs estén más presentes. En las últimas décadas, ciertos estudios científicos han demostrado que lxs consumidorxs de cannabis tienen experiencias sexuales más frecuentes, orgasmos más intensos y hasta un mayor número de parejas.
Con la legalización a la vuelta de la esquina, muchxs están demostrando un renovado interés en cómo puede el cannabis afectar nuestras vidas sexuales. Esta planta puede ayudar con varias situaciones necesariamente tensas, como ser:
- Parejas que están hace mucho que perdieron la chispa
- Parejas nuevas que están inaugurando su intimidad
- Personas que experimentan dolor al tener sexo
- Mujeres con dificultades para alcanzar el orgasmo
- Hombres con problemas de eyaculación precoz
- Parejas con niveles de libido desparejos
- Personas mayores que buscan recuperar la pasión
- Personas que sufren de TDC (trastorno dismórfico corporal), depresión u otras ansiedades sociales que inhiben su deseo y desempeño sexual
Fuente: El Planteo
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