El cannabis es una hierba oriunda de Asia, que durante más de 5000 años fue empleada con fines religiosos, alimenticios y medicinales. En la actualidad, el aceite de cannabis se ha popularizado y se lo utiliza por su valor terapéutico para aliviar los síntomas de la epilepsia, el glaucoma, la fibromialgia, el cáncer y la esclerosis múltiple, pero averigua los efectos de esta planta en la salud del cerebro. Presta atención.
¿Qué hace el aceite de cannabis en el cerebro?
La ciencia está empezando a corroborar algunos de los beneficios terapéuticos del cannabidiol (CBD). Nuevos descubrimientos le han dado impulso a la efectividad del aceite de cannabis en la salud del cerebro.
La razón que encuentran es que su compuesto CBD es capaz de proteger las células cerebrales de los daños que pueden ocasionar las lesiones cerebrales traumáticas (TBI), los accidentes cerebrovasculares y los trastornos neurodegenerativos como, por ejemplo, el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Se le reconoce al cannabinoide numerosos beneficios en lo que respecta al cerebro. Entre otros efectos, favorece la concentración, reduce la ansiedad y alivia la inflamación. Específicamente, se comprobó que el CBD posee atributos neuroprotectores, lo que significa que este compuesto favorece el crecimiento de nuevas células cerebrales y, a su vez, es recomendado para bajar la inflamación del cerebro.
¿Quién me puede recetar cannabis?
En algunos países todavía es ilegal el uso de cannabis o marihuana con fines terapéuticos, no es el caso de España, puesto que en el país está regularizada la utilización del cannabis.
El aceite cannabidiol se utiliza por sus efectos psicoactivos para aliviar la inflamación y el dolor. Puntualmente, los cannabinoides (CBD) son compuestos presentes en el cannabis y que en estos momentos, en España, se comercializan especialmente para combatir los dolores menstruales.
Ahora bien, los profesionales sanitarios son los especialistas autorizados para recetar la prescripción médica de cannabis en un contexto que se puntualiza que es “libre de potenciales conflictos de interés”, sobre todo de los médicos especialistas.
Fuente: Vidae
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