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El uso de cannabis para combatir los efectos secundarios de las terapias tradicionales contra el cáncer es conocido al menos hace 40 años.

Pero recientes investigaciones albergan la posibilidad que haya dentro de los cientos de cannabinoides todavía por descubrir una cura para esta enfermedad, o al menos un camino para llegar a un tratamiento más efectivo y menos invasivo.

Un reciente estudio de la empresa Cannabics Pharmaceuticals realizado en Israel descubrió que los cannabinoides cannabicromeno (CBC) y cannabigerol (CBG) poseen propiedades antitumorales. 

Frente a otros cannabinoides como el CBD o el THC, el CBC y el CBG presentaron una tasa mayor de necrosis tumoral en pacientes con alguna clase de cáncer gastrointestinal.

Los investigadores sostienen que la eficiencia de estos cannabinoides se basa en su estructura química, que posee una área de superficie polar mayor a la de los cannabinoides ácidos y penetran más fácilmente en las células, incluidas las células tumorosas.

Pero existen más evidencias de que el cannabis podría albergar más de una respuesta.

Delta-8-THC, el otro THC

Un análogo casi idéntico del delta-9-THC, el delta-8-THC cobró notoriedad en los últimos años al presentar muchos de los efectos medicinales del THC sin los efectos psicoactivos de este cannabinoide.

Además de poseer efectividad terapéutica como antiemético, estimulante del apetito y neuroprotector, el delta-8-THC mostró efectividad en la reducción de tumores pulmonares en adenocarcinoma de Lewis en un estudio realizado con ratones en 1975 en Estados Unidos.

Un aspecto notable es que este efecto se mostró dependiente de la dosificación, es decir que a mayores dosis más notable fue la reducción del tumor.

Cannabis y cáncer de páncreas

En 2019 investigadores del Instituto Dana Farber en Estados Unidos, dependiente de la universidad de Harvard, eliminaron tumores malignos en ratas con cáncer de páncreas utilizando solamente extracto de cannabis de planta completa, es decir con todos sus cannabinoides, terpenos y otras moléculas.

Los investigadores detectaron que los flavonoides del Cannabis tuvieron un rol fundamental en la reducción de los tumores. Estas sustancias no son psicoactivas y mostraron efectividad tanto in vivo como in vitro deteniendo el crecimiento de los tumores y la metástasis.

El cannabis como inhibidor de la metástasis

Un estudio de 2017 encontró que los cannabinoides funcionan influenciando las propiedades mecánicas y migratorias de las células tumorosas, inhibiendo la capacidad no solo de moverse por el organismo sino también de afectar a células nuevas.

Estudios similares detectaron una acción efectiva de los cannabinoides en leucemia, mielomas, melanomas y gliomas, una clase de tumor cerebral muy agresivo.

En este último caso, un estudio de la Universidad de Madrid descubrió que el THC activa de manera selectiva la apoptosis de las células cancerosas en este tipo de cáncer, demostrando su bajísima toxicidad frente a otros compuestos antineoplásicos utilizados en los tratamientos tradicionales.

Fuente: Revista THC